El Poder del Amor de Dios en Sudán del Sur

Uno de los pioneros de CV en Sudán del Sur, Petro, emprendió una misión de evangelismo con el objetivo de difundir la palabra de Dios entre la gente del payam de Chumakori.

Entre las personas que encontró se encontraba una mujer llamada María, quien inicialmente rechazó su mensaje. Sin embargo, la esperaba una poderosa transformación, y su vida nunca volvería a ser la misma.

Mientras Petro y su amigo (con quien estaba evangelizando) se acercaban a María, amablemente le pidieron que dedicara un poco de tiempo para escuchar la palabra de Dios. Para su sorpresa, María rechazó enérgicamente la propuesta, afirmando firmemente que su creencia estaba en los dioses de sus antepasados.”

Ella explicó que su familia siempre había hecho sacrificios a estos dioses, y siempre habían respondido a sus peticiones. “”Lleva a tu Dios lejos de nuestra tierra””, declaró. Desalentados, los pioneros regresaron a su recinto de iglesia, donde oraron por María.

Una semana después, llegaron noticias a María de que los pioneros estaban llevando a cabo su trabajo de alcance en un pueblo vecino. Impulsada por una nueva curiosidad, corrió para encontrarlos y les pidió urgentemente que fueran a su casa una vez que terminaran su labor en el otro pueblo.

Intrigados por este giro inesperado de los acontecimientos, Petro y su compañero aceptaron su invitación y fueron a visitarla.

María compartió su profundo anhelo, revelando: “El día en que los alejé, sentí que me faltaba algo. No pude dormir bien y hoy, necesito escuchar las palabras de tu Dios”. Los pioneros abrieron las Escrituras y comenzaron a compartir desde el evangelio de Juan.

Durante su conversación, María experimentó una profunda transformación, entregando su vida a Jesús y aceptándolo como su Salvador personal.

Antes de aceptar a Jesús en su vida, María había estado atrapada en una existencia problemática. Luchaba con la adicción al alcohol, lo que llevaba a conflictos con su esposo e inestabilidad financiera. Las deudas acumuladas le hicieron perder posesiones valiosas, incluyendo utensilios de cocina, ganado e incluso alimentos para sus hijos.

Buscando consuelo en curanderos, descuidó sus deberes maternales, lo que resultó en que su madre tomara la custodia de sus hijos debido a su negligencia.

Sin embargo, desde que aceptó a Jesús, la vida de María ha dado un giro notable. Ahora da testimonio de los increíbles cambios que ha experimentado. Reunida con su familia y amigos, se ha convertido en una proveedora responsable para sus seres queridos. Ahora es reconocida en su comunidad como una voz de sabiduría y comparte el amor de Dios.

Por favor, oremos por la vital labor de los pioneros en Sudán del Sur, para que Dios continúe brindándoles oportunidades divinas para llevar la salvación y la transformación a aquellos que necesitan el evangelio.

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