El rey Haja*, un rey tribal malgache, abrazó el cristianismo hace un año después de ser introducido al Evangelio por un pionero de CV. Junto con su familia, el rey Haja se convirtió en un asistente regular a los servicios de la iglesia cada domingo, comprometido a crecer en su fe.

A pesar de haber nacido en la realeza, el rey Haja ha enfrentado desafíos únicos desde que se convirtió en seguidor de Jesús. Su reino está supervisado por otros ocho reyes que continúan practicando el animismo y participando en rituales tradicionales.

La negativa del rey Haja a participar en estos rituales, y su compromiso de no emitir ningún mandato en contra de las enseñanzas cristianas, han creado tensiones entre los otros gobernantes.

Sin embargo, el rey Haja no teme ni se deja disuadir por la animosidad, y permanece firme en sus creencias.

Un año después de dedicar su vida a Jesús, el rey Haja sintió un llamado a ser bautizado. Comenzando el año con una nueva vida, el rey Haja fue bautizado por un pionero de CV. Después, se llenó de alegría y regocijo.

A pesar de ser rey, él es un siervo devoto del verdadero Rey: Jesús.