Nuestra historia comienza con una mujer llamada Pemela*, quien, aunque se había bautizado, se había alejado de la iglesia.
Luego de que recientemente vio algunos de nuestros videos evangelizadores en Facebook, Pemela abrió la comunicación con nosotros; ella estaba buscando reconectarse con una iglesia. Nosotros encontramos al equipo de pioneros más cercano a la ubicación de Pemela e hicimos la presentación.
Corto tiempo después, supimos que Pemela estaba asistiendo con regularidad a los servicios y Win*, su esposo, aunque nunca asistía, la estaba llevando a ella felizmente todos los domingos.
Uno de esos domingos, Pemela le presentó a Win a uno de los pioneros y este le comenzó a compartir la historia Bíblica de Onésimo. Win, quien no había mostrado ningún interés en el Evangelio hasta entonces, comenzó a hacer preguntas; lo que llevó a que el pionero le diera una parte del Evangelio para que leyera.
Win comenzó a acompañar a Pemela a la iglesia. Dijo que sus razones por las cuales regresaba cada domingo era que se sentía bienvenido, cuidado, amado y valorado cada vez que los visitaba. Dijo que en la iglesia se sentía como en casa.
Luego de una larga y profunda investigación sobre Jesús, Win decidió seguir al Señor y recibió el bautismo de agua.
Oramos por que Win pueda continuar creciendo en el conocimiento del amor de Dios.