“ Si mi pueblo, sobre el cual se invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi rostro, y se aparta de sus malos caminos, yo lo escucharé desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra”. 2 Crónicas 7:14

Nos regocijamos en todo momento con las promesas de Dios y Su gracia que derrama en nuestras vidas y en la iglesia en Venezuela. A pesar de tantas cosas, la mano poderosa del Señor está continuamente sobre Su pueblo para bendecirlos.

Creemos que vivimos en tiempo de restauración y Dios está colocando todo de nuevo en su lugar, y creemos que una de las cosas que Dios está restaurando es la dependencia de la Iglesia en Él. Pero, creemos que no hay restauración sin arrepentimiento. (2 Crónicas 7:14)

Estamos haciendo todo lo posible por mantener a los trabajadores y a la iglesia viva con la firme creencia de que Dios logrará Sus propósitos aquí.

El mes de abril fue de mucha bendición. Sostuvimos diversas actividades dentro y fuera de las iglesias: actividades evangelizadoras tales como torneos de futbol, donde participaron unos ciento cincuenta jóvenes que pudieron además escuchar la Palabra de Dios. También dimos enseñanzas a las comunidades acerca de las drogas, los embarazos en chicas muy jóvenes y acerca de la violencia doméstica. Vimos a Dios actuar tremendamente, a través de salvaciones, bautizos, sanaciones y milagros.

En una comunidad donde estamos iniciando trabajos evangelizadores y la violencia es extrema, hubo conflictos, algunas muertes y muchos jóvenes perseguidos para ser ejecutados. La semana pasada, dos de ellos le pidieron a una dama de la iglesia que los visitara y les hablara sobre Jesús. Ella fue y los dos jóvenes entregaron sus vidas a Cristo. En esa misma ocasión llegaron cinco chicos más, armados, y también dieron sus vidas a Cristo. Luego vinieron las esposas de dos de ellos que se habían alejado del Señor, y ellas también fueron reconciliadas.

Ninguno de ellos puede asistir a la iglesia y permanecen escondidos, pero tenemos una pareja de la iglesia que está dispuesta a darles discipulado. Creemos que Dios transformará este lugar y que Su nombre será glorificado allí.

Continuamos pidiendo oración por Venezuela. Las elecciones presidenciales están programadas para el mes próximo y hay rumores de protestas y demostraciones. Oremos por que Dios tenga misericordia de esta nación.