Maggie la loca

Desde los tres años de edad, Margaret McGuckin fue abusada verbal y físicamente en una casa de niños en Irlanda del Norte. Ella era golpeada frecuentemente con palos y tiras de cuero, la metían bajo el agua y la llamaban fea y maligna. A los once años, una de las monjas le dijo a Margaret que tenía que irse de la casa de niños. Esto dejó a Margaret sola en el mundo, pasando sus días deambulando por las vías de trenes, soltando su rabia almacenada al mundo entero y por ello entrando y saliendo de prisión. Fue durante ese tiempo que se ganó el sobrenombre de Mad Maggie o Maggie la loca.

Entre los períodos en los que estuvo presa, Margaret tuvo niños y comenzó a desear un cambio en su vida, pero no sabía cómo lograrlo. Un día, cuando estaba ante la corte, encarando una nueva sentencia de cárcel, Margaret oró y gritó: “Dios, si eres real, ¿me podrías sacar de esto?” A Margaret no la sentenciaron a la cárcel y ella supo de inmediato que había sido la mano de Dios. “Tuve un sentimiento como de alegría, que nadie me podía quitar, y supe que Él era real.”

Lenta pero firmemente, Margaret cambió su vida por completo. Recibió a Jesús y consiguió paz y perdón. Margaret luego fue la líder de un ministerio de caridad llamado SAVIA (Sobrevivientes y víctimas de abuso institucional – por sus siglas en inglés), que les da una voz a las víctimas de abusos históricos en Irlanda del Norte.

Este video realizado por el equipo de CV Europa nos muestra la historia inspiradora y llena de emociones de Margaret. Ver el vídeo.

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