Esta historia alentadora viene de Tailandia y es un recordatorio para todos nosotros de ser pacientes y confiar en el tiempo y la sabiduría de Dios.
En diciembre de 2021, un hombre de Tailandia se conectó con una iglesia, pero nunca asistió a ningún servicio presencial de ésta.
Cada semana tenía una excusa por no podía ir, a menudo diciendo que sus compromisos de trabajo se lo impedía.
Durante seis meses siguió utilizando su empleo como excusa, pero el pastor y la congregación de la iglesia siguieron orando por él y continuaron acercándose al hombre.
Finalmente, Dios tocó su corazón y tomó la decisión de ir a la iglesia dónde lo habían tenido en sus oraciones durante todo ese tiempo.
Después de sólo dos semanas de asistir, el hombre entregó su corazón a Jesús y decidió bautizarse. Se tornó en un asistente fiel y, no sólo eso, cuando volvía a casa también compartía el mensaje con su padre. Ahora, su padre también ha aceptado a Jesús como su salvador y le acompaña a la iglesia.
Para aquellos que actualmente están orando por amigos o familiares que aún no han aceptado a Jesús en sus corazones, recuerden lo que la Biblia nos dice: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”. (Gálatas 6:9)
Alabado sea Dios por la fe, la confianza y la paciencia amorosa de ese pastor y su iglesia, y alabado sea Dios por obrar de maneras misteriosas para traer más personas a la salvación.