Conocido

¿Qué sabemos?

Es una persona necia la que piensa que lo sabe todo. Proverbios 26:4 dice: “No respondas al necio según su necedad, para que no seas tú también como él.”

Cuanto más sabe una persona sabia, más se da cuenta de cuánto le falta por saber. Los científicos, al profundizar en sus áreas de investigación, se asombran del detalle y las complejidades que descubren, incluso en la célula más simple.

Hoy en día, parece que las personas intentan silenciar a aquellos con opiniones opuestas, incluso en universidades y otros lugares en los que el debate público debería ser fomentado.

En mi opinión, aquellos que gritan más fuerte suelen tener el argumento más débil. Hay varios proverbios que se resumen mejor en el que dice: “Los recipientes vacíos hacen más ruido.”

Por otro lado, se nos anima a vaciarnos de ‘yo’ y a ser llenos del Espíritu. Podemos llenar un hermoso frasco con basura, pero sigue siendo basura. Jesús se refirió a algunos de los religiosos de su época como ‘sepulcros blanqueados’, con buenas apariencias externas, pero con muerte y descomposición por dentro.

Entonces, ¿qué sabemos? En realidad, ni siquiera nos conocemos completamente a nosotros mismos. La Escritura dice en Jeremías 17:9: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”

Si nos vaciamos del ‘yo’ y permitimos que el Espíritu Santo llene ese vacío, toda la suciedad y el polvo en el frasco saldrán a la superficie. No sabemos que está allí, pero Dios sí lo sabe y el Espíritu Santo puede revelárnoslo. Nos sorprenderán las cosas que el Espíritu Santo revele, y puede ser doloroso lidiar con ellas.

Dios nos conoce a fondo y lee nuestro corazón como una persona lee un libro. Cuando finalmente encontramos a nuestro Salvador, 1 Corintios 13:12 dice: “Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como también fui conocido.”

Es entonces cuando, conoceremos todo, incluso a nosotros mismos, así como actualmente somos completamente conocidos por Dios.

Él sabe todo sobre nosotros, sabe lo que necesitamos, no lo que pensamos que necesitamos. Sabe lo que es bueno para nosotros, no lo que queremos, sino lo que se necesita.

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